Tu propia playa privada

Tener una piscina de arena es un auténtico lujo y es que tener una playa privada en la puerta de casa es algo único. Es por eso por lo que cada vez vemos más casas que instalan este tipo de piscinas para disfrutar de una experiencia maravillosa. Eso sí, hasta ahora, este tipo de piscinas solo podíamos verlas en parques de atracciones acuáticos, en hoteles o en resorts de lujo. P

ero hoy en día podemos recrear estas piscinas de arena en casa.

Pero, ¿Qué hay que tener en cuenta a la hora de instalar una piscina de arena en el jardín de casa? Recrear una paradisíaca playa del Caribe tiene sus especificaciones.

Piscinas de arena: diseños exclusivos

El diseño de las piscinas de arena puede ser totalmente exclusivo y crearse al gusto del cliente. Así, tanto la forma como las dimensiones, además de la profundidad, podrá ser elegida al gusto. Asimismo, podrás optar por diferentes paisajismos a la hora de su creación. Podrás usar cascadas, piedras, musgo…, lo que realmente quieras y necesites. ¿Qué quieres relajarte en tu pequeña playa privada?

Instala una cascada relajante.

Por norma general, las piscinas de arena suelen ser fabricarse de forma redondeada y con varios niveles de entrada. Así podrás tener una experiencia total al sumergirte poco a poco en el agua, como si de una auténtica playa se tratara. 

También hay que tener en cuenta que no solo será una experiencia única por la sensación de estar en una playa natural, sino por las vistas que tendrás desde la ventana de tu hogar. Nada que ver con las piscinas de hormigón.

Podrás disfrutar de un paisaje único sin salir de tu casa.

Por otra parte, ten en cuenta que esta arena no presenta los mismos inconvenientes que la arena que encontramos en la playa natural, pero sí que te proporcionará la misma sensación.

Podrás montar en tu piscina de arena una zona infantil, una zona de SPA e incluso una barra de bar para disfrutar con tu familia, como si realmente estuvieras en un chiringuito de la playa en la Costa del Sol. Podrás tener la experiencia completa y sin salir de tu hogar.

El material con el que se construyen las piscinas de arena

Para la instalación de piscinas de arena se usan materiales de primera calidad que aseguran un acabado perfecto y suave, como el de una auténtica playa natural. ¿Cuáles son sus cuidados? Realmente, una piscina de arena no necesita un mantenimiento muy diferente al de las piscinas de hormigón comunes. Así que no necesitarás tener unos cuidados específicos y complejos para este tipo de piscinas. Te resultará tan fácil como tener una piscina convencional, o incluso más.

Una piscina hecha con arena es mucho más sencilla de limpiar y más higiénica, a pesar de que parezca todo lo contrario. 

En cuanto al tiempo de construcción de este tipo de piscinas, dependerá mucho de las condiciones climatológicas y de las dimensiones de la piscina de arena que hayas solicitado. Lo mejor será pedir un presupuesto personalizado y una estimación del tiempo de montaje para que esté lista para la época de baño.

Piscinas de arena, ¿Dónde instalarlas?

A diferencia de las piscinas convencionales, las piscinas de arena suelen adaptarse a todo tipo de terreno, por lo que podrás tener una en el lugar en el que vivas, sin importar cómo es el terreno o cuánto sitio necesitas. 

Su profundidad y su forma dependerá del gusto del propietario de la vivienda. ¿Qué quieres una piscina de arena en la que, directamente, entres con el agua por las rodillas? Podrás tenerla. ¿Prefieres una piscina en la que entres poco a poco? También la conseguirás. Tan solo habrá que hacer una pendiente más o menos profunda, algo que supone una auténtica ventaja para las familias con niños pequeños.

Asimismo, al tener arena, el suelo será antideslizante, tanto en seco como en mojado, por lo que se evitarán esos resbalones al salir de la piscina. Algo que sí suele pasar en las piscinas convencionales con hormigón.

Así que si quieres tener una piscina diferente, lujosa y exclusiva, este es el momento de hacerlo. Podrás disfrutar de una playa impresionante sin tener que salir de casa. ¿Qué más se puede pedir?